¿Cómo dejar de ser asistente social y pasar a ser trabajador social? Es el cuestionamiento que atraviesa la profesión hoy en Chile.
No es de extrañar entrar a un servicio público y escuchar en el pasillo como un usuario solicita el poder hablar con “la señorita asistente”; pero lo más sorprendente es que automáticamente al escuchar eso no se realiza una asociación con “una asistente de dirección”, “una asistente de finanzas” o “una asistente administrativa”, si no que directamente se piensa en el profesional del Trabajo Social. Es que hoy en día, el Trabajador Social, aún se somete a cargar el sobrenombre de Asistente Social.
Es indudable que la labor de los Trabajadores Sociales en el impulso de políticas y servicios públicos, en especial en el ámbito local, ha conllevado consigo el reconocimiento local hacia los profesionales. Pero este reconocimiento de la labor desempeñada es acompañado de la historia presencial que se tiene del Asistente Social.
Es importante recalcar la diferencia que fundamenta la Asistencia Social, más próxima a la beneficencia, como una acción puntual y paliativa de emergencias sociales, siendo el asistente social identificado como el protagonista de la acción que trabaja para las personas con necesidades materiales, receptoras pasivas de una ayuda. En cambio el Trabajo Social, se enfoca en trabajar con las personas más que en sus problemas, no niega la necesidad de atender las urgencias de la pobreza, pero sí entiende que debe ser realizada como una acción de apoyo, de refuerzo, de prevención más integral.
El desafío principal que se nos presenta a los trabajadores sociales, y estudiantes de Trabajo Social, es ¿como dejar de ser asistente para ser trabajador social?¿cómo combinar lo asistencial con lo promocional? Estamos llamados a aportar activamente a la planificación y ejecución de las políticas sociales sin perder nuestra posición privilegiada en la atención directa de los grupos humanos afectados por los problemas y necesidades cotidianas.
Estamos ante la necesidad profesional de redefinirnos y posicionarnos ante la sociedad como Trabajadores Sociales, para que el día de mañana podamos escuchar en un servicio público, por última vez decir a una persona “adiós señorita asistente”.
si po oye! no seremos mas la srta asistente social,ya que nuestra labor va mas alla de entregar cosas materiales,sino entregar herramientas,para fomentar el emprendimiento ,asi lograr un mejor calidad de vida!!
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